Estudiar el símbolo

Estudiar el símbolo ¿Para qué? ¿No sería más fácil si me dices de qué trata? ¿Si me dices así sin más qué significa y por qué es importante? ¿Para qué tanta vuelta? ¡Sólo dímelo y ya! Tanta reflexión, tantas preguntas, tantas alegorías ¿Por qué no me dices mejor de una vez por todas esto? Así, mira: La vida se trata de esto. La vida significa esto. La muerte es esto. Lo que tienes que hacer es esto. Así, tan fácil, nos quitamos de tanta cosa extraña y a lo siguiente.

Dime por ejemplo cómo debo caminar, cómo debo de hablar, cómo debo de trabajar, qué tengo que pensar sobre tal o cual. Dime por ejemplo cómo debo de reaccionar en determinada situación. ¿Qué le digo a mi jefe cuando me quiera correr? ¿Qué cadena precisa de palabras debo decir para que la gente haga lo que yo quiera? ¿Cómo hago para que me amen sin fingir? ¡Es lo que digo! Eso es lo importante ¿Para qué tanto estudio? ¡Yo lo que quiero y por lo que he venido hasta aquí es para que me digan qué hacer! ¡No para hallarme cuestionando! ¡Sométeme a una autoridad! ¡Mándame!

¡Imagínate! Si de pronto todos nosotros que acudimos a éste lugar “buscando” nos pusiéramos a cuestionar y a preguntarnos si esto significa tal o cual ¿No sería una locura? A mí díganme las cosas claras y concretas, así como: Mira, lo que tienes que hacer es pararte, hincarte, decir tal o cual, sentarte, callarte para obtener así un premio. Así como: Mira, cuando tal o cual pase aplaude, ríete, enójate, cállate, siente tal o cual; para no sentir lo que no debo y hacer lo que seguramente tú esperas.

¿No sería más fácil? ¡Hasta para ti! ¿No crees? Si se supone que son maestros, bueno, pues compórtense como maestros ¡Califícame! Dime si voy bien o mal, si lo que pienso es correcto o incorrecto. Pero si sólo me cuestionas y esperas que encuentre yo sólo las cosas pues me pierdo. ¡Ayúdame! Era más fácil ¿Sabes? Antes, era más fácil.

… Y es precisamente parte del por qué la masonería no es una ideología. Porque no suplanta tu persona ni discernimiento con respuestas automáticas y hechas a modo, porque no suplanta tu experiencia y te da la reinterpretación expedita de lo que es y ha sido vuestra vida. Porque no disuelve tu razón y criterio en consignas que alguien más se contenta en hacerte vomitar en palabras cuyo significado, tiempo y razón tu mismo desconoces. Porque no has venido aquí a encontrar a los amos. Porque además no te señala enemigos de sangre y carne para odiar, y porque, a través del estudio, te darás cuenta de que los prejuicios que tienes y de los cuales te sientes tan orgulloso, son eso, prejuicios, aprendidos, dictados y repetidos una y otra vez hasta que se volvieron tu vida, tu razón, tu sentir, tu consciencia.

Estudias el símbolo porque parte del significado es su descubrimiento, porque parte del significado es su aplicación práctica, porque parte del significado es su recreación. Estudiamos en comunión, no porque haya maestros y aprendices. Estudiamos en comunión porque así vivimos y así buscamos liberación. Porque el significado del símbolo se construye, tiene partes. Ten por cierto que una ideología difícilmente permitiría que la cuestiones, que la acoses, que la cerques y le des caza. Ten por cierto que una ideología tiene fieles y enemigos, conspiraciones, leales, absolutos de verdad que hacen a sus ojos un hombre bueno y al resto malos. A eso no vienes aquí ¿Si eso buscabas? ¿Si eso te han prometido? ¿Si amos te ofrecieron? Me disculpo, pero te han engañado ¿Si estando aquí no quieres estudiar el símbolo? Está bien. Tienes mi respeto. Aunque creo, y de verdad es una creencia, te divertirías más si lo hicieras, creo lo disfrutarías mucho.

En diferentes momentos la masonería ha sido calificada de “pasada de moda”, anticuada, anacrónica, “simulante” y ficticia. Que es un pretexto para los quienes con malas y ocultas intenciones conspiren y se entreguen al ejercicio del dominio y el poder. Malas ¿No lo sé? Pero de lo demás, efectivamente tienen razón, tienen más razón de lo que piensan. El estudio del símbolo, precisamente, tiene claros efectos. Efectos de dominio, de poder, de conjura, de ejercicio. Estudiando el símbolo se pueden alcanzar y conquistar elementos concretos en las diferentes esferas de la vida.  Pero tenemos por cierto que, quien viene buscando amos, no los encontrará ¿Paradójico? Sin duda, pero no imposible.

La masonería y el estudio del símbolo, en una época de inmediatos, en una era o edad como las descritas por el singular Gilles Lipovetsky, es sin duda contraria, no tiene sentido. Precisamente por eso existe, es ahí donde se ve su valor.

“Ode”
de Arthur O’Shaughnessy

We are the music makers,
And we are the dreamers of dreams,
Wandering by lone sea-breakers,
And sitting by desolate streams; —
World-losers and world-forsakers,
On whom the pale moon gleams:
Yet we are the movers and shakers
Of the world for ever, it seems.

With wonderful deathless ditties
We build up the world’s great cities,
And out of a fabulous story
We fashion an empire’s glory:
One man with a dream, at pleasure,
Shall go forth and conquer a crown;
And three with a new song’s measure
Can trample a kingdom down.

We, in the ages lying,
In the buried past of the earth,
Built Nineveh with our sighing,
And Babel itself in our mirth;
And o’erthrew them with prophesying
To the old of the new world’s worth;
For each age is a dream that is dying,
Or one that is coming to birth.

A breath of our inspiration
Is the life of each generation;
A wondrous thing of our dreaming
Unearthly, impossible seeming —
The soldier, the king, and the peasant
Are working together in one,
Till our dream shall become their present,
And their work in the world be done

They had no vision amazing
Of the goodly house they are raising;
They had no divine foreshowing
Of the land to which they are going:
But on one man’s soul it hath broken,
A light that doth not depart;
And his look, or a word he hath spoken,
Wrought flame in another man’s heart.

And therefore to-day is thrilling
With a past day’s late fulfilling;
And the multitudes are enlisted
In the faith that their fathers resisted,
And, scorning the dream of to-morrow,
Are bringing to pass, as they may,
In the world, for its joy or its sorrow,
The dream that was scorned yesterday.

But we, with our dreaming and singing,
Ceaseless and sorrowless we!
The glory about us clinging
Of the glorious futures we see,
Our souls with high music ringing:
O men! it must ever be
That we dwell, in our dreaming and singing,
A little apart from ye.

For we are afar with the dawning
And the suns that are not yet high,
And out of the infinite morning
Intrepid you hear us cry —
How, spite of your human scorning,
Once more God’s future draws nigh,
And already goes forth the warning
That ye of the past must die.

Great hail! we cry to the comers
From the dazzling unknown shore;
Bring us hither your sun and your summers;
And renew our world as of yore;
You shall teach us your song’s new numbers,
And things that we dreamed not before:
Yea, in spite of a dreamer who slumbers,
And a singer who sings no more.




https://www.poetryfoundation.org/poems/54933/ode-

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